1930 : Debemos
volver por un instante a principios de la década de los 30. Ese
año, en el mes de Junio, el Teatro Municipal fue escenario de la
primera proyección sonora. Sin embargo, el avance de la novedad
fue lento, aunque era ciertamente irreversible. Todavía a mediados
de los 30 seguían haciéndose pruebas y experimentos para
mejorar la calidad de las proyecciones sonoras, sin que los resultados
parecieran satisfacer enteramente al público.
De todos modos, para el cine boliviano fue ya se dijo, una encrucijada
tremenda.