1912 :
Comienzan a trabajar Luis Castillo y J. Goytisolo. A pesar de persistir
todavía algunas dudas en torno a cuál de esos dos realizadores
puede ser considerado el primer cineasta boliviano, se da por hecho que
Castillo fue el gran precursor de nuestro cine, al cual permaneció
vinculado durante muchísimos años. Sus primeras películas
eran las típicas "Vistas Locales", vale decir, breves registros
del acontecer cotidiano: desfiles, misas, procesiones, paseos, etc.
1913/19 :
Durante estos años el espectáculo del biógrafo se
va estableciendo lentamente entre las costumbres de la sociedad citadina.
Es un avance lento, en la medida en que el grueso de la población
habita en las zonas rurales, amén de hallarse al margen de toda
posibilidad de acceso a la cultura preservada como privilegio para los
limitados sectores letrados. En 1915, por ejemplo, funcionaban en La Paz
cuatro salas estables: El viejo biógrafo París, el Teatro
Municipal, el Cine Teatro y el Cine Edén.
A pesar de carecerse de datos precisos,
es legítimo suponer que durante estos años, Castillo y otros
realizadores nacionales perseveraban en el rodaje de cortas películas
documentales. En cambio existen evidencias ciertas del paso de camarógrafos
extranjeros por nuestro país. Así en 1916 la expedición
alemana encabezada por el Prof. Müller registró cinematográficamente
su viaje a Tiahuanacu, siendo ese uno de los pocos documentales de aquella
época que han sobrevivido. También en 1920 un camarógrafo
suizo pasó por el país llevándose diversas tomas que
luego agruparía bajo el título de Bolivia, la Suiza de América.