La Prensa, La Paz, domingo 1 de diciembre del 2001
Fondo Negro,

Jorge Ruiz es el flamante Premio Nacional de Cultura

TRIBUTO A UN PIONERO

Ricardo Bajo

En 1958 el entonces director del Canadian Film Board John Grierson, visitó el país sólo para entrevistarse con un cineasta de Chuquisaca. Su nombre Jorge Ruiz. Grierson quedó sorprendido por su obra y llegó a decir que el flamante Premio Nacional de Cultura estaba entre los seis documentalistas más importantes de la historia del cine. Ruiz no le hizo mucho caso y hasta hoy hace gala, en exceso, de una humildad crónica. El jueves Jorge dedicó el premio a "todos aquellos colaboradores, tan valiosos, con los que he tenido la suerte de trabajar". Sin atribuirse gran mérito añadió. "Soy un trabajador del cine".

Ruiz nació un 16 de marzo de 1924 en la ciudad de Sucre. Hijo de Benjamín Ruiz y Mercedes Calvimonte. Era el segundo varón de la pareja, que luego tendría una hija más. Su padre fue uno de los fundadores de Rurrenabaque en el Beni y participó en la Guerra del Acre llevando provisiones a los puestos militares. Su madre pertenecía a una familia tradicional de la ciudad de Potosí. Su bisabuelo materno fue el escritor y diplomático Modesto Omiste y su abuelo Demetrio Calvimonte, fue diputado y empresario minero. Al poco tiempo de nacido su familia se trasladó a la ciudad de La Paz.

Sus estudios los hizo en el colegio Alemán y culminaría el bachillerato en el colegio Bolivar. Durante 1940 y 1944 estudió agronomía en la ciudad de Casilda, provincia de Santa Fé en la Argentina. Allí y gracias a un compañero de curso Gerardo Bechis, tuvo su primer contacto con una cámara filmadora de 8 mm con la que Bechis y Ruiz empezaron a filmar las lecciones teórico prácticas que recibían de sus profesores. "Cuando me encontre con una cámara, supe que era un medio formidable para educar, para llegar a todos", recuerda ahora Ruiz en Cochabamba donde se marchó desde La Paz hace cuatro años por su presión alta.

A su regreso al país hizo el servicio militar y llegó al cargo de subteniente. Estuvo obligado a permanecer durante 27 meses en una guarnición de la altiplanicie paceña. Reinserto en la vida civil decidió comprarse una máquina filmadora de ocho milímetros y junto a un grupo de amigos se aventuró por el Beni. Producto de esta experiencia su primer cortometraje Viaje al Beni (1947). En esos años conoció a otro pionero del cine, sonidista, el cruceño Augusto Roca con el que, estimulados por el norteamericano Keneth Wasson, fundaron Bolivia Films.

La primera película del dúo para la firma fue Virgen India, un documental de 1948 cuyo sonido se hizo completo en el país por primera vez. Al año, siguiente lograron su segunda película, Donde Nació un Imperio, la primera filmada en color en Bolivia. Y en 1950 entregaron su primer filme de encargo, Bolivia busca la Verdad, una cinta de promoción de un censo demográfico que incluyó la primera escena con sonido sincrónico en la historia del cine boliviano y tuvo versiones en quechua y aymará. Un año después hicieron el documental antropológico Los Urus, antecesor de Vuelve Sebastiana.

Un centenar de filmes

De 1950 a 1980, Ruiz con Roca y ocasionalmente con algún director extranjero, realizó en Bolivia y en otros países de la región alrededor de un centenar de películas. En su mayoría fueron cortometrajes, documentales en 16 mm. Hizo, además, sin mucho éxito tres o cuatro largometrajes de orientación comercial en los géneros de aventura y musicales en 35 mm. Cinco de sus documentales ganaron más de una docena de premios nacionales e internacionales, dando al cine boliviano una estatura internacional que después confirmarían nuevos cineastas como Jorge Sanjinés y Antonio Eguino.

Fue realizador junto a Gonzalo Sánchez de Lozada en Telecine con obras tan importantes como Un poquito de diversificación económica y Voces de la Tierra. En 1956 fue nombrado director técnico del Instituto Cinematográfico Boliviano, cargo que ocupó hasta 1964 a la caída del MNR.

Alguna vez Augusto Roca dejó entender que la película Bolivia, una síntesis descriptiva del país que pasó poco apercibida era la mejor película de Jorge Ruiz. Pero Carlos Mesa sostiene que Vuelve Sebastiana es la película semiargumental más importante que se ha filmado en Bolivia y la mejor realización de Ruiz en toda su carrera. Por su belleza, vigor y autenticidad. Vuelve Sebastiana ganó en 1956 el Primer Premio del Festival de Cine de la Alcaldía de La Paz.

Película de Indios

Cuando Jorge Ruiz se aprestaba a presentar el filme en el Festival de SODRE en Montevideo, ese mismo año una autoridad del Instituto Indigenista, entonces dependiente del Ministerio de Agricultura, le dijo que "cómo una película de indios va a representar a Bolivia en el exterior".

Finalmente aquella "película de indios" ganó el festival "porque fue hecha con trabajo, con honestidad", recuerda Ruiz a la par que se declara un ïndianista convencido, toda mi vida he sido un amante de la visión indígena, me ha interesado mucho lo rural por su riqueza y su importancia cultural, para muchos aún ahora son desconocidos, era y es necesario retratar a los pueblos del antiguo altiplano y la amazonía del país.

En los últimos años Ruiz, trabajó en video junto a su hijo Guillermo Ruiz Ruiz, labor que ya abandonó dedicándose ahora a recopilar estos trabajos y procurar la edición de sus guiones no filmados después de ver publicada hace años, su biografía escrita por José Antonio Valdivia, bajo el título "Testigo de la Realidad".