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JUAN WALLPARRIMACHI (POTOSI, 1793 - )
MI MADRE
Que‚ nube ser aquella nube |
Que viene entenebrecida? Ser |
el llanto de mi madre que en |
lluvia se ha convertido. |
El sol a todos alumbra |
A todos, menos a mi. No |
falta la dicha a nadie; |
Para mi solo hay dolor. |
Porque no conocí a mi madre, |
Mas que la fuente lloro‚ Porque no |
hubo quien me ampare Mi propio |
llanto bebí. |
También al agua me echó‚ |
Queriendo que me arrastrara; |
El agua me echó a la orilla |
Diciendo: 'Sigue buscándola'. |
Como ella desde la nube |
Mi corazón también lloró. |
Flotando en lago de sangre, |
Enmarañado de espinas. |
TU PUPILA
Como estrella de tu pupila |
Cayó en mi noche de pena, |
quise guardarla en mi pecho, |
se tornó en tierna paloma. |
Envidioso torbellino |
me la quitó de las manos; |
para impedir que la siga |
me volvió ciego y tullido. |
Hecho escarnio de la gente; |
por lluvia y sol flagelado, |
mi corazón se consume |
anhelando a mi paloma. |
LA PARTIDA
(Waliparrirnachi)
Paloma del alma, verdad es que dices |
Que a tierras lejanas por siempre te vas, |
Echando al olvido tus horas felices... |
Es cierto que nunca jamas volverás? |
A quien di, me dejas en esta honda pena, |
Mis dulces recuerdos, a quien implorar, |
Cual tu me lo dabas, hermosa morena |
Ay! quien en mi pecho te puede igualar? |
Te ruego me enseñes cual es el sendero |
Que tienen ligeros tus pies que tomar, |
Pues antes que vayas, cruzarlo lo quiero, |
Con llanto de hinojos por irlo a regar. |
Si el sol con sus rayos te abrasa y sofoca, |
Y sombra ya buscas en donde reposar, |
Tendrá en la nube, que desde mi boca, |
Mi aliento amoroso llegar a formar. |
Si ansiosa y sedienta, por tierras de abrojos, |
A solas ya cruzas en seco arenal, |
La nube que forman llorando mis ojos |
Dar te paloma su fresco raudal. |
Sólo responden bosques profundos |
Fuentes y sierras a mi clamor; |
Nadie comprende ya sobre el mundo |
Ay! mi quebranto ni mi dolor. |
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