RICARDO JOSE BUSTAMANTE ( LA PAZ, 1821-1884,
PERU) |
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SAFICOS |
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Oh, si en la copa, de amor aun llena, |
Logré‚ sediento refrescar mi labio; |
Si ya en tu seno reposo mi frente |
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Si el dulce aliento respiré‚ de tu alma |
Tu voz oyendo repetirme - "Te amo"; |
Si el rostro tuyo su calor divino |
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Oh! si tu llanto v tu sonrisa he visto |
Fijos est n sobre mi tus ojos, |
Pegada estando a tu amorosa boca |
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Si ya he sentido sobre la onda amarga |
De mi existencia difundirse el n‚ctar |
Que Dios depuso en tu aromado cáliz |
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Decir ya puedo a los fugaces días: |
"Pasad, pasad, que la vejez no temo, |
Pasad llevando las marchitas flores |
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Pálida y triste; |
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Dejó en mi rostro; |
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Mi boca amante; |
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Blanca azucena... |
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Que me ofrecisteis: |
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Que yo en mi pecho como don celeste |
Una flor guardo inmarcesible y pura, |
Flor que tan sólo para mi ha brotado |
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Sobre la tierra. |
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Tiempo incansable, si jamás tus alas |
de paso mueven la dorada copa, |
Siempre del néctar, que el amor me brinda, |
Llena hasta el borde, |
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Oh!, ni una gota derramarse puede! |
Nada a mi dicha robarás, Oh tiempo! |
Que el pecho amante do fijó sus rayos |
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Vívida lumbre, |
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Tiene más fuego que cenizas tienes: |
Y el alma mía, de inmortal esencia, |
Más amor guarda, que tu noche puede |
Guardar olvidos". |
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BOLIVIA A LA POSTERIDAD |
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De América al gigante veis dormido! |
Dios y la Libertad guardan su lecho. |
De Iberia vencedor, venció al olvido |
Dejando el solio de la gloria estrecho. |
Mientras quede en la tierra algún latido |
haya una fibra en el humano pecho, |
Se han de inclinar los hombres ante el Hombre |
Que dióle vida y me legó su nombre. |
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