"En una guarida ubicada en el interior del cerro Uru Uru, vivía el gigante Wari, señor de los terremotos. Todas las mañanas la aurora (Inti Wara), la bella primogénita del Sol, despertaba a Wari. El semidios pronto quedo prendado de ella, rodeola con sus brazos de humo y fuego volcánico y quiso tomarla para si; pero no pudo poseerla porque el Sol acudió en auxilio de su hija y sepultó a Wari. En represalia, éste pervirtió a los pobladores de la región y logro que abandonen la agricultura y el culto solar y que se consagren a la minería y a conciliábulos nocturnos en los que se abusaba de la chicha y se invocaba a lagartos, sapos y víboras.  

Abatidos por los vicios, los lugareños se hicieron apáticos, huraños y silenciosos. Después de una lluvia torrencial apareció el arco iris y con el vino Inti Wara bajo la forma de una bellísima ñusta; estaba acompañada por los amawt'as y curacas que Wari había desterrado. La ñusta revivió los antiguos ritos solares, enseño el quechua y reencamino a la población por la buena senda. Para vengarse del pueblo redimido, Wari envío contra el cuatro grandes plagas; una monstruosa serpiente que devoraba ganados y sementeras, un sapo descomunal, un lagarto que amenazaba con destruir el pueblo y una legión de hormigas. La ñusta trabó combate con los monstruos, los decapitó y convirtió en piedra y convirtió en arena a las hormigas.  

No obstante sus victorias, la ñusta hubo de transformarse en la Virgen del Socavón, patrona de los mineros, para escapar a la persecución de su implacable enemigo Wari. Por su parte, Wari quedo convertido en el Tío de la mina. Durante el sábado de carnaval, los tíos ataviados de diablos bailan en honor de la Virgen del Socavón. Antiguamente el jefe de estos diablos danzarines se llamaba Waricato, el representante de Wari". 

 
 
Veamos ahora quienes son los protagonistas del mito: El gigante Wari es el dios andino de la fuerza, identificado con el Genio Maligno, con la primera humanidad de las tinieblas (Wari Runa) y con la fauna silvestre (wari, significa también vicuña). Los indios contemporaneos lo imaginan como un animal fabuloso, mezcla de hombre rubio con vicuña. En este mito, Wari vive en el subsuelo, tiene potestad sobre los terremotos y le obedecen los sapos, víboras y lagartos (animales vinculados al mundo de Abajo, celebra orgías nocturnas y se opone al Sol y a la civilización. Todas estas características lo tipifican como a Genio Maligno, que por su fuerza, barbarie y destructividad personifica al conquistador español En la ñusta, por el contrario, se puede reconocer a la Heroína Civilizadora, pues es hija del Sol e instaura el culto solar, enseña el quechua, idioma “civilizado” por oposición al "primitivo" uru; moraliza a la humanidad y combate a los seres malignos del subsuelo (sapos, lagartos, serpientes y hormigas), a quienes derrota y petrifica. La ñusta encarna así los valores andinos más básicos: civilización, heroísmo y ética comunitaria. 
 
 
En clara alegoría de la Conquista, Wari, la maligna personificación del invasor ibérico, vence a la ñusta, quien para salvarse debe encubrir su verdadera condición de divinidad indígena escondiéndose bajo el ropaje de Virgen cristiana. Así disfrazada, la ñusta abandona sus dominios celeste de aurora y se desplaza al ámbito subterráneo del socavón, donde se identifica con la Pacha Mama y se reconcilia con su antiguo enemigo, ahora convertido en benigno Tío de los mineros. A pesar de su apariencia católica, la Virgen del Socavón no ha dejado de ser en el fondo la divinidad andina original ("La Mascara de Piedra', Fernando Montes F. En primera instancia el rito del Carnaval es un culto consagrado a Pachacamac (Dios Andino del bien y el  mal' representación en una sola polaridad, en el personaje de Wari en el mito anteriormente descrito, el  sentido orgiástico  entiéndase como expresión de desborde donde las individuales desaparecen devoradas por el ser colectivo, donde la fraternidad comulga consigo misma afirmando su voluntad de vida, pues la fiesta esta orientada a asegurar la supervivencia colectiva) y desenfrenado en el que se introduce el bailarín hace alusión al contacto con el mundo de abajo en el que habita Wari (expresión de Pachacamac, seguido por un séquito de lagartos, serpientes, sapos y hormigas, personajes mas comunes que adornan los trajes de los bailarines, aunque no puede comprenderse con claridad que el principio es el mismo: la ñusta vence y petrifica a los seres del inframundo y restablece además los valores y virtudes en la humanidad , de igual manera la Virgen pisa vencedora dragones y serpientes que tienen una concepción similar a la de los otros personajes en la mitología occidental introducida por la religión católica. por lo tanto a pesar de encontrarse frente a una expresión de resistencia. rebasando los limites culturales, el sentido de llegar ante la Virgen con espíritu de entrega, reflexión y recogimiento posibilita el “triunfo” de la Luz, la Verdad y el Amor sobre las bajas pasiones. 
 
 
 
Más que hacer una aproximación histórica, se debe comprender el "porque" de esta tradición. Volviendo siempre nuestra mirada hacia los cultos andinos, recordamos que los habitantes andinos practicaban con gran fervor el culto a las Huacas (culto a los antepasados muertos), los mismos que no eran enterrados sino momificados y exhibidos en los actos rituales, la Huaca vuelta a la vida se posesionaba del cuerpo del Profeta andino, quien entraba en un estado de trance estático y se ponía a temblar y bailar haciendo viajes, revolcándose en el suelo o lanzando piedras. Los indios llevaban a la Huaca viviente a un lugar sagrado, donde construían un aposento para ella y le rendían culto, ofreciéndole sacrificios y bailando durante tres días en su honor. Algunos ofrendaban sus propias vidas a la Huaca, despeñandose o echándose a los ríos (en la actualidad el bailarín principal que comanda a los grupos de baile, ejerce simbólicamente esta función).  

Durante la época de 1560 en respuesta a la corriente de la extirpación de idolatrías ejercitada por los sacerdotes católicos, quienes destruían o quemaban a las Huacas, surge el movimiento del Taqui Oncoy  (mal de la danza)  que reunían a los indios en, lugares clandestinos para permitir el retomo de las Huacas, estos ritos eran celebrados durante la noche en una especie de velatorio a las Huaca dando espacio para la práctica de costumbres ancestrales reprimidas por los conquistadores:  

Considerando que la Virgen del Socavón fue ubicada en el lugar de una de las Huacas principales, la tradición de las veladas tienen una relación directa con ei antiguo culto a las Huacas y al mismo Taqui Oncoy ya que estas anteceden al rito de la entrega y el desborde que sucede luego durante el carnaval. 

 
 
Algunos españoles, criollos y mestizos que presenciaron las masacres indígenas de aquellas épocas, se solidarizaron con los habitantes originarios creando bajo el manto protector de la religión católica las Cofradías o Fraternidades que se constituyen en un elemento de apoyo a las expresiones de resistencia indígena, son el puente de encuentro entre la religión andina y la occidental que no logran sincretizarse, pero que sin embargo permiten una coexistencia. Es así que los encargados de las Cofradías son los preservadores de la cultura  y la identidad andina y las veladas pasan a ocupar los antiguos cultos nocturnos en honor a las Huacas sagradas.